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jueves, 23 de junio de 2011

Efectos Secundarios

Hoy tan solo es el dialogo final de esta pelicula llamada efectos secundarios...




"Instrucciones para cumplir 30"

En el fondo, no hay nada que hacer. Siempre tendrás dieciocho, porque eres joven sólo una vez, pero inmaduro para siempre.

No hay instrucciones para cumplir treinta. Pero si las hubiera, serían estas:


*Haz una lista de todo lo que no te gusta de ti y luego tírala. Eres el que eres. Y después de todo, no es tan malo como te imaginas un domingo de cruda.

* Tira el equipaje de sobra. El viaje es largo, cargar no te deja mirar hacia delante. Y además jode la espalda.

*No sigas modas. En diez años te vas a morir de vergüenza de haberte puesto eso, de todas maneras.

*Besa a tantos como puedas. Deja que te rompan el corazón. Enamórate, Date en la madre, y vuelve a levantarte. Quizás hay un amor verdadero. Quizás no. Pero mientras lo encuentras, lo bailado ni quién te lo quite.
  




*Come frutas y verduras. Neta, vete acostumbrando a que no vas a poder tragar garnachas toda la vida.

*Equivócate. Cambia. Intenta. Falla. Reinvéntate. Manda todo al caraj0 y empieza de nuevo cada vez que sea necesario. De veras, no pasa nada. Sobre todo si no haces nada. 

  





*Prueba otros sabores de helado. Otras cervezas, otras pastas de dientes.

*Empieza un grupo de rock. Toma clases de baile. Aprende italiano. Invéntate otro nombre. Usa una bicicleta.

*Perdona. Olvida. Deja ir. 

*Arranca el coche un día, y no pares hasta que se acabe la gasolina.
 

*Decide quién es imprescindible. Mientras más grande eres más difícil es hacer amigos de verdad, y más necesitas quien sepa quién eres realmente sin que tengas que explicárselo. Esos son los amigos. Cuídalos y mantenlos cerca.

 *Aprende que no vas a aprender nada. Pero no hay examen final en esta escuela. Ni calificaciones, ni graduación, ni reunión de exalumnos, gracias a Dios. Felices treinta, viejo. Bienvenido al resto de tu vida

En la parte superior dice "instrucciones para cumplir los treinta" pero yo pondria "para vivir la vida", puedes pensar que solo es un dialogo al final de una pelicula (ja! como en todas), pero, si lo piensas bien esta lleno de razón, quizas no debas esperar hasta cumplir treinta, de todas maneras, Isaac Newton no se equivocó(3 ley: accion-reaccion), todas y cada una de nuestras acciones siempre tiene efectos secundarios...

porque no empiezas a vivir hoy?...

martes, 21 de junio de 2011

Cerrando Circulos



Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.





¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qué, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.



No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!



Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.



Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…


El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.







La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.



Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.


Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Paulo cohelo



Cierra circulos, ´pon limites con aquellos ex amores si aun los quieres en tu vida pero de diferente forma,
no guardes rencores y vive cada momento de la vida  aun si es malo, todos y cada uno, vivelos al maximo y siempre entrega lo mejor de ti, vive apasionadamente tu vida y se feliz :)


HAY QUE USAR EL PASADO COMO TRAMPOLÍN, NO COMO SOFA...

miércoles, 8 de junio de 2011

Cuando el odio quiso matar al amor...

 CUANDO EL ODIO QUISO MATAR AL AMOR


Escuché una vez este relato: Cuentan que en la historia del mundo hubo un día terrible en el que el Odio, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, convocó a una reunión urgente con todos los sentimientos más oscuros del mundo y los deseos más perversos del corazón humano.


Estos llegaron a la reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito. Cuando estuvieron todos habló el Odio y dijo: "Os he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien". Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio que estaba hablando y él siempre quiere matar a alguien, sin embargo, todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar para que el Odio los necesitara a todos. "Quiero que matéis al Amor", dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno quería destruirlo.
El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo: "Yo iré, y les aseguro
que en un año el Amor habrá muerto; provocaré tal discordia y rabia que no lo
soportará".
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el informe
del Mal Carácter quedaron decepcionados. "Lo siento, lo intenté todo pero cada
vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante".
Fue entonces cuando, muy diligente, se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder dijo: "En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré
la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo
ignorará". Y empezó la Ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente
cayó herida y la adoró en sus ídolos, que son una tentación
constante, y una causa frecuente del alejamiento del amor verdadero.

Pero, después de luchar por salir adelante, el Amor renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.



Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición envió a los Celos, quienes
burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para
despistar el amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas.


Pero el Amor
confundido lloró y pensó que no quería morir, y con valentía y fortaleza se
impuso sobre ellos, y los venció.
Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes
compañeros, envió a la Frialdad, al Egoísmo, la Indiferencia, la
Pobreza, la Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba. 

El Odio, convencido de que el Amor era invencible, les dijo a los demás: "No podemos hacer nada más... El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos”.
De pronto, de un rincón del salón se levantó alguien poco reconocido, que vestía todo de negro y con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver, su aspecto era fúnebre como el de la muerte. "Yo mataré el Amor”, dijo con seguridad. Todos se preguntaron quién era ese que pretendía hacer solo, lo que
ninguno había podido. El Odio dijo: "Ve y hazlo".
Tan sólo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles después que, de mucho esperar, por fin el Amor había muerto. Todos estaban felices, pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: "Ahí os entrego el Amor totalmente muerto y destrozado", y sin decir más ya se iba. "Espera", dijo el Odio, "en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo
el menor esfuerzo para vivir. ¿Quién eres?"
El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo: "soy La
Rutina." 

jueves, 2 de junio de 2011

Muere Lentamente





 
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.


 

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.





Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.
Pablo Neruda